A Tania
Hoy, al caminar torpe y confuso entre las calles de la luna,
Cuando toda la gente se aglutinaba en sus ausencias.
Cuando las tiendas dejaban ver su tristeza en sus vitrinas vacías.
Fue cuando me encontré contigo, un tierno saludo, mas no tu mirada.
¡Esos ojos!, fuego que quema pero no consume,
Fuego cuyas llamas se alzan y enredan en frenético baile,
como aguja que pincha mi carne, tan solo al mirarte.
¡Tu mirada!
¡Como hierro candente se adhiere a mi alma!.
¡ Así es tu mirada ¡
La que dice todo sin tener que hablar nada.
Con furia total acomete en mi contra,
entra y sacude como un cisma,
ojos que encuentran sin buscar,
y te obligan a hincarte sin usar la espada.
¡ Tu mirada , así es tu mirada ¡
Como fuego que quema pero no consume,
como relámpagos que ciegan y confunden.
Con la intensidad de esa luz que atrae al insecto enamorado,
que confiado vuela a cumplir con su fatal destino.
¡ Así es tu mirada ¡
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