VESANIA

domingo, 12 de mayo de 2013

AMOR, CHEETOS Y OLVIDO




A  mi amiga Elvira.

A mitad de la conversación dejó de mirarme y  buscó algo dentro de su bolso.

Me sentí incomodo, con la sensación clásica de que lo que estás contando no es importante para la otra persona, aún cuando le dije que lo que le contaba era doloroso para mí. Tu ex mujer se va de viaje de placer con un anciano y te lo cuenta muy quitada de la pena, aunque ya hayan pasado años, la sensación de fracasar te envuelve de nuevo, y ¡carajo!  ¡Con un anciano!.
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< Come un cheeto- me dijo sacando un paquete de su bolsa- te ayudará.
Pensé que lo decía en broma o que se estaba burlando de mi, ¿un Cheeto? ¡No chingues! ¿Con un cheeto  se me olvidará todo, será acaso que los Cheetos tienen un poder paliativo mágico que yo ignoraba?.
Cogí el Cheeto-  y me vino a la mente el chiste del tipo que pensaba que tenía una enfermedad venérea grave porque su miembro tenía un color naranja, hasta que recordó que le gustaba masturbarse viendo la tele y comiendo Cheetos, caso resuelto.
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< ¡Olvídala ya !- me dijo mi amiga- es lo mejor-come otro Cheeto anda.

Meti de nuevo la mano a la bolsa, sonreí al acordarme del chiste y por unos momentos  mis celos se contuvieron, disfruté el Cheeto, mi mente se distrajo, pensando en el chiste y al recordar que no traía pañuelo para limpiarme la mano, volví a sonreír.
2010


2 comentarios:

  1. Tocayo, felicidades por tu blog; tendremoas más a la mano (imagino) tu prosa. Sólo una observación: tal vez convendría que fueras más meticuloso con la ortografía, ¿no?

    un saludo afectuoso
    Miguel Martínez

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  2. Gracias Tocayo, ya le hice unos cambios, lapsus brutus, un fuerte abrazo

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